Conversaciones con el diablo en los fatídicos días previos al holocausto de la humanidad.

¿Es que acaso dios ha muerto?; así es, he decidido hablar de lo que todos piensan, pero no dicen; y sí, tampoco me importa entrar en terrenos blásfemicos (me fascina esa palabra). En lo personal, no creo que dios haya muerto, más bien pienso que es bipolar, sárcastico, pero sobre todo irónico; pero hey, que sería de nuestra vida sin un poco de aquellas circunstancias que se quedan grabadas en nuestra memoria, y disertan a la introspección acerca de lo mucho que apesta la justicia divina. Pero volvamos a lo nuestro: dios, desde mi punto de vista, se resume en equilibrio, pero que es el equilibrio si no el intermedio de dos antagónicos, por sobreposicionamiento: dios es bipolar; por un lado nos encontramos con la inmensa bondad y capacidad de perdón; ah, pero por el otro nos encontramos con el dios irácundo, el que se venga, pero principalmente, el que se divierte con nosotros; "frío o caliente, por que a los tibios mi boca los vomitará", palabras sabias pronunciadas por mi amiga Cristina, ah sí, y por dios también: ¿es acaso una invitación al drama y al contraste?; sin llegar a poner en relieve, la relatividad del pecado, de las nuevas concepciones acerca del bien y del mal y de la eterna batalla de Paris Hilton contra Nicole Richie y otros temas de divinidad, creo que me iré al cielo, por que el drama me fascina. Pero esperen, no perdamos congruencia, esto va más allá, es una cuestión de desorden de personalidad, sostengo que Nietzche estaba equivocado, dios no ha muerto, sólo ha pasado de moda, sólo es cuestión de ponerlo en Prozac, darle un Iphone y una tonelada de espíritu consumista y ya está, tenemos a un dios hecho a la imagen y semejanza del capitalista actual; en resumen, dios, al igual que todos, es un poquito bipolar, tiene días buenos y malos, y creo que el séptimo día se arrepintió, pero hey, ya tenía algo en que entretenerse, la cuestión es: ¿que hará cuando se rompa su juguetito? la respuesta es sencilla, hará lo mismo que nosotros hicimos cuando se acabó friends: vimos los re-runs de la serie; así es, seguiremos inmersos en una ciclo interminable donde el karma se vuelve, cada vez, más creativo y donde dios, encuentra más y nuevas maneras de demostrar lo estúpidos que somos, pero hey: como dijo Jesucristo (el hijo de diosito) pero más importante, como dice mi madre, "dale al cesar, lo que al cesar pertenece".