Wednesday, July 25, 2007

¿Qué onda con tus amortiguadores?

Como muchos de los grandes momentos de estúpida trascendencia, y digo estúpida por que siempre vienen a resultar en un post más, elaborado en horario de trabajo (gracias Frontera), les presento el más reciente, la cosa estuvo así:
Un día cualquiera, paso por el Diego y por una serie de extraños e inusuales eventos, nos encontramos a Kika y al Sama, una cosa lleva a otra y terminamos conversando; la amena conversación, como ya es costumbre, tomó tintes existencias, dirigiéndonos a la perfecta metafora acerca de la naturaleza del ser humano (si ya se, la semana pasada dije que era el olor del plumón, pero no me importa):

Vivimos en una infinita contienda, luchamos y nos apareamos con miles de demonios, que se fusionan con el patético ideal social; dando génesis a aquella químera, que nos resulta tan familiar e inquietante; nos encontramos inmersos en el caos y añoramos la simplicidad de antaño, despreciamos lo que sabemos y nos reconocemos como algo más; caminamos el tortuoso camino de la virtud y no nos queda más que esperar, esperar por el fatídico atardecer de nuestra insignificante grandeza, nos mentimos, engañamos y vivimos adoloridos, tratando de lastimar pero sobre todo de sentir. Después de todo, el colapso ya no parece tan apocalíptico, y caemos, simplemente caemos, pero como es que caemos si nunca hemos estado en arriba, al parecer el infierno tiene más círculos de los que Dante llegó a contar; y resulta irónico, e inclusive chistoso, nos creemos tan grandes y sin embargo nos derrumbamos tan fácil; y no existe nada más que nuestros problemas, y nos sentimos insignificantes pero tomamos atribuciones dignas de la blasfemia: somos la resaca de una broma divina; pero hey, que puedo hacer yo, soy simplemente un hombre.

Saturday, July 14, 2007

Not ready to make nice

Y gira y gira sin control, no se si es el despertar moral, el alcohol, las drogas o simplemente aquella ironia, que si bien resulta estimulando, el día de hoy se presenta como una dolorosa realidad; la paradoja universal toma las formas más carnales, los cambios, el inquebrantable status de hermetismo que defendía; todo desaparece en un segunda, la sangre pesa y pesa mucho; la virtud se transforma en estigma y se cruza la línea, y al final somos polvo, polvo de estrellas que se funde con el universo y volvemos a comenzar, trascendiéndo en el patético existir del hoy, en la carne, en lo que fuimos, somos y anhelamos ser, al final, somos insignificantes.

Tuesday, July 10, 2007

Huele el plumón

Huele el plumón, una proposición que todos hemos escuchado y hecho, y algunos se rehusan, pero la verdad es que todos queremos olfatearlo, por que huele rico; la perfecta metáfora de la naturaleza humana, deseamos, anhelamos y hasta pataleamos por efímeros deseos y sensaciones, pero no, el animal social se contiene, busca vivir a la altura de la expectativa del silente supervisor; construimos realidades complejas, capaces de dar vida a las más mórbidas vivencias, nos ahogamos en el infinito ideal que acosa nuestra personalidad, pero no es más que eso, una simple químera de nuestro existir, creación de lo que fuimos y nunca seremos, de lo que se nos dijo que debemos ser y sin embargo despreciamos, pero que tratamos ser, no es acerca de oler el plumón, es acerca de disfrutar al oler el plumón, es momento de escoger, la libertad y el expandimiento de nuestro intrínseco potencial, o simplemente, decir: no, huele feo (no se hagan las mosquitas muertas, todos aman el olor del plumón)