Sola

Y ahí se encontraba ella, con mirada apasible apuntada hacia la nada: cinco años, devastación, un trajecito blanco que evocaba aquellos recuerdos que no hacen más que lastimar; el ambiente se sentía húmedo y pesado, y no había más, sólo ella y el alrededor, el caos que subyace a la pobre es verdaderamente devastador, el frío hacía estremecer los pisos de madera de aquél viejo sotano, se escurre un poco, un poco de sangre tibia, que alcanza a teñir de cálido rojo el pequeño vestido, los miembros de aquellos están regados por todas partes, pero ella permanece inmutable, los pequeños lloríqueos han sido suprimidos y trasmutados en un susurro de cuna que sale del estoico rostro; se empiezan a escuchar las estrepítosas cadenas que se acercan, ha iniciado nuevamente, se acercan, los pisos truenan y el aliento se contrae, la pequeña pensaba: hay más, nuevos, pronto dejará de esta sola, él se acerca, el ruido se hace más fuerte, las cadenas, las cadenas, ahh, si pudiera volver al silencio, y debo volver, no quiero volver, no quiero volver a empezar, duele, no me quiero ensuciar y siempre me ensucio, y tengo que hacerlo una vez más, me hace sentir mareada, no me gusta ella.
Gritos de desesperación y odio ancipan la entrada del hombre con las cadenas, las paredes empiezan a sudar, el frío desaparece y el aire quema, la destrucción es inminente, se abre la puerta y empieza......

Y sólo será aún más doloroso

Mi cuerpo se siente pesado, mi corazón se acelera por momentos y el miedo no me deja ni respirar, no es acerca de lo que quiero y espero, es acerca de ellos, que no dejan de mirarme, su fatídica decepción me hace querer ir más allá y lastimarlos, pero sobretodo ganar su aprovación, demostrarles y seguir caminando, seguir sin claudicar ante el dolor, sin determe a observar el narcisismo de la expectativa del tercero, al final, lo haré a mi manera.